ESCUCHAR , HABLAR, LEER Y ESCRIBIR
He tenido el honor de ser invitada a participar en esta propuesta de escribir 500 palabras sobre el propósito de la educación. Considero un gran atrevimiento por mi parte opinar sobre el propósito global de la educación después del informe Delors (1996), cuando representantes expertos de todos los países convocados por la UNESCO, después de seis años de pensar en ello lo dejaron bien claro, formulado en cuatro pilares: Aprender a aprender, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a convivir.
Por lo tanto daré mi opinión dentro de este marco en aspectos concretos en la línea de reforzar estos pilares: a mi entender es necesario que los chicos y chicas en la escuela aprendan principalmente, de forma prioritaria a: escuchar, hablar, leer y escribir porque en estos cuatro verbos se puede incluir todo.
Por lo tanto daré mi opinión dentro de este marco en aspectos concretos en la línea de reforzar estos pilares: a mi entender es necesario que los chicos y chicas en la escuela aprendan principalmente, de forma prioritaria a: escuchar, hablar, leer y escribir porque en estos cuatro verbos se puede incluir todo.
Saber escuchar significa estar atento al sonido y a la palabra, al tono y al silencio entre las palabras. Escuchar quiere decir también discriminar estados de ánimo, los propios y los ajenos, quiere decir respetar la palabra y los silencios, significa saber esperar a que la comunicación se produzca. Escuchar es Invitar con la mirada, con el gesto o con una sonrisa a la otra persona a que pierda el miedo a expresarse. Saber hablar significa participar, felicitar, disculparse, pedir y ofrecer, afirmarse, opinar, argumentar, hacerse escuchar por otros en el acto de convivir. En cuanto a saber leer significa decodificar signos, símbolos y lenguajes tan diversos como el de las matemáticas, el de la música y también las imágenes, los mensajes audiovisuales, la publicidad, los lenguajes administrativos, los programas políticos y la letra pequeña de los contratos y las hipotecas. Leer además permite vivir muchas vidas, ser muchas personas, morir y renacer muchas veces. Y saber escribir es inventar, crear, dejar huella en este mundo, vivir para siempre, conquistar la inmortalidad.
Escuchar, hablar, leer y escribir incluye también ser capaces de descodificar el mundo, comprender en profundidad, observar atentamente, resolver problemas, implicarse en la sociedad de manera reflexiva, desarrollar al máximo las capacidades creativas, expresar emociones, convivir, sin dejarnos dominar ni imponer nuestro criterio por encima de los demás, incluye defender nuestros derechos y cumplir con nuestros deberes, valorar lo que importa, respetar el planeta y a todos los seres vivos. Desarrollar todos los sentidos para disfrutar del propio cuerpo y de todas las manifestaciones del arte.
Los maestros, los padres y la sociedad entera deben posibilitar el máximo desarrollo de estas competencias abriendo las puertas y las ventanas de las escuelas, para hacer entrar el mundo real en las aulas y exponer las ideas de los alumnos a la luz, valorar sus aportaciones, hacerles participar en la vida colectiva, exigiéndoles responsabilidades y compromiso.
Escuchar, hablar, leer y escribir incluye también ser capaces de descodificar el mundo, comprender en profundidad, observar atentamente, resolver problemas, implicarse en la sociedad de manera reflexiva, desarrollar al máximo las capacidades creativas, expresar emociones, convivir, sin dejarnos dominar ni imponer nuestro criterio por encima de los demás, incluye defender nuestros derechos y cumplir con nuestros deberes, valorar lo que importa, respetar el planeta y a todos los seres vivos. Desarrollar todos los sentidos para disfrutar del propio cuerpo y de todas las manifestaciones del arte.
Los maestros, los padres y la sociedad entera deben posibilitar el máximo desarrollo de estas competencias abriendo las puertas y las ventanas de las escuelas, para hacer entrar el mundo real en las aulas y exponer las ideas de los alumnos a la luz, valorar sus aportaciones, hacerles participar en la vida colectiva, exigiéndoles responsabilidades y compromiso.
Pero sobre todo dando ejemplo: la sociedad no puede seguir consumiendo sin limites y malversando en todo y luego pedir esfuerzo a los jóvenes. Los medios de comunicación no pueden permitir la interrupción constante de la palabra de unos a otros, la grosería, el grito, el todo vale y luego pretender que la escuela sea un mundo aparte donde los maestros pueden enseñar como antes, cuando la iglesia, el estado y los padres tenían un único discurso.
Debemos dar la palabra a los chicos y chicas, y aprender a escucharlos con atención, leer lo que ellos escriben, lo que dicen y lo que pretenden decir, leer entre líneas y escuchar entre silencios, sólo así tal vez les podremos comprender y acompañar en el proceso del aprendizaje